A finales de los 50, Jerome McCarthy, profesor de Marketing en la Michigan State University , condensó estas variables a solamente cuatro:
Producto - Bienes o servicios puestos en mercado por la empresa para su cliente final.
Precio - Fijación del coste final del bien o servicio ofertado para su cliente final
Distribución (Place)- Cómo llega el producto hasta el cliente final
Promoción - Comunicar, informar y persuadir al cliente final sobre la empresa, producto y sus ofertas
CLIENTE FINAL COMO SUJETO PASIVO
Sin embargo, la irrupción de internet ha dado paso a un nuevo mercado global donde la conversación empresa-cliente es bidireccional, con un acceso mayor a la información por parte del universo de clientes y con necesidades inmediatas en todos los agentes implicados.
Brian Solis, afamado analista digital, nos afirmaba ya en 2011 que <<Los consumidores tienen en sus manos el control del mundo, y esto requiere un nuevo planteamiento>>
Solís nos presenta con su esquema una nueva variable ACTIVA dentro de nuestra estrategia de Marketing (quedando enmarcada dentro del propio Core Business): LAS PERSONAS.
Las marcas deben crear, compartir y aprender de sus clientes en esta nueva conversación continua en busca de un único fin último: COMPROMISO (engagement). Este compromiso se traducirá empresarialmente como Compromiso de Compra, Implicación con la Marca, Fidelidad a la Marca, etc.
Y ante cualquier dibujo estratégico marquemos previo al inicio de nuestros discursos siempre una máxima que hizo célebre David Ogilvy :
¡Bienvenido al s.XXI del Marketing!
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