jueves, 19 de abril de 2012

EL DINERO VERDE

La franquicia de Le Pain Quotidien tal y como expone en su web "sirve panadería simple y elegante, ..., así como pan orgánico hecho a mano". La firma de zapatos El Naturalista tiene recogida en su web una Eco Policy. La marca de skateboarding Element firma una línea de camisetas orgánicas.

Más y más marcas versan estratégias de negocio o campañas de comunicación en base a un acercamiento hacia el lado más ecológico de su actividad. De una tendencia de mercado ha pasado a instaurarse como un requisito imprescindible para el dialogo con sus consumidores.


El Marketing Verde según la American Marketing Association consiste en “el marketing de productos que son seguros para el medio ambiente”. Además el marketing verde incorpora actividades como: modificaciones al producto, el proceso productivo, cambios en el packaging y en la comunicación, así como mejores practicas de distribución para que el producto sea más amigable con el ambiente.

Ahora bien, ¿hasta cuando el mercado aceptará el cargo de la cantidad extra sobre el precio de la actividad "verde" de la compañía?

En cualquier mercado, desde el automovilístico a la construcción, todos estos procesos ecológicos y/o Ecofriendly son parte de los procesos de producción. Los consumidores están al tanto de todas las políticas de reciclaje de Administraciones públicas ya sea como parte de las bases de sus Concursos Públicos o su política de ciudades sostenibles.

Ante una sociedad que tiene interiorizado un mensaje de "relación amable" con el medio ambiente deben asumirse como costes estructurales cualquier proceso de producción y/o comunicación verde. No hay espacio en la sociedad actual para productos que no respondan a este criterio.



Pasos más agresivos en este compromiso verde lo están dando empresas como McDonald´s donde en gran parte de sus cadenas han comenzado a cambiar su imagen corporativa de color rojo a verde, adaptando el mobiliario y el concepto de experiencia cliente dentro de los establecimientos de la firma.

¿En qué punto del camino pasamos de demostrar nuestro alineamiento con una política medioambiental a modificar la identidad de nuestro negocio? ¿Somos verdes por definición o por adhesión?

La respuesta, my friend, tal y como dijo Bob Dylan, is blowin' in the wind


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