viernes, 22 de junio de 2012

EL MODELO AMSTERDAM O LA REFORMULACIÓN DE LA MARCA

La ciudad de Amsterdam, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, es conocida mundialmente (además de por su belleza arquitectónica del S. XVII sobre canales) por un conjunto de tópicos turísticos como son la marihuana, la prostitución legal y las bicicletas.

Sin lugar a dudas, esta ciudad ha generado durante muchos años una publicity que ha provocado un tipo específico de turista y/o curioso de lo prohibido (con excepción por una posible atracción hacia el inofensivo elemento de las dos ruedas).

Esta llamada generaba solo en España 135.000 desplazamientos anuales con la única intención de entrar en los famosos coffee Shops y consumir la conocida sustancia. Es por ello que el deterioro de la imagen de la ciudad estaba quedando más y más patente.

A principios de 2012 las autoridades holandesas comenzaron a trabajar sobre una regulación más estricta respecto al cannabis y aprobaron una legislación para prohibir su consumo a turistas y reconvertir la imagen de la ciudad.

Centrándonos en una lectura mucho más marketiniana de la situación presentada planteo reflejar mi análisis en base a un concepto diametralmente opuesto: el consumo de Running en Amsterdam.

La capital holandesa presenta al deportista un lugar idílico para el disfrute de la media distancia. La pequeña cantidad de coches que circulan, sumado a un clima mucho más benigno que en España (en el mes de Junio) ayuda a embarcarte en atractivas rutas de 10k alrededor de la ciudad, destacando por encima de todas las rutas Vondelpark y los 3,2 km de recorrido guiado por su interior.

Y es que, como ocurre con cualquier producto o servicio, las posibilidades de los mismos deben quedar marcadas SIEMPRE por los consumidores. Podemos, tras analizar a nuestro target, focalizar todos nuestros esfuerzos de marketing en trabajar una idea y comunicarla con éxito, pero será a través de la experimentación de los diferentes tipo de consumidores/usuarios de nuestros productos/servicios como realmente conoceremos su funcionamiento en el mercado.

Sirva el ejemplo de Aquarius, producto que nació como una bebida para deportistas y se desarrolló hasta un punto donde los médicos comenzaron a prescribir el producto para recuperaciones intestinales. Nadie se planteó en un principio esta situación pero la marca supo, y muy bien, evolucionar según SUS CONSUMIDORES.

Si fuera un joven de 20 años con ganas de experimentar, sin lugar a dudas, Amsterdam podría ser un sitio por el que comenzar. Atendería a los inputs recibidos viendo en la ciudad naranja la posibilidad de dar rienda suelta a los excesos. Al no serlo, mi relación con la ciudad ha sido otra por completo, y es por ello que no pararé de recomendar a todas mis amistades esta ciudad europea como una ciudad de deporte.




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